Con gran
entusiasmo algunos docentes y frentes estudiantiles han dado la noticia en las
aulas de que las carreras de Civil, Química, Eléctrica, Industrial y Mecánica,
fueron oficialmente acreditas, queriendo mostrar demagógicamente que ahora si
estamos a la altura de los estándares internacionales y que por ende la gestión
de autoridades y el mismo proceso de enseñanza-aprendizaje es una “maravilla”.
Nada más lejos de la realidad, los estudiantes cada día nos damos cuenta que
seguimos en el fango de la mediocridad.
Todos sabemos
que durante la semana (año 2010) que nos visitaron los pares del MERCOSUR, las
autoridades nos ha pedido que nos memoricemos y repitamos como “loros” el
concepto de misión-visión, nos hecho limpiar y pintar la fachada de la
facultad, además de pedirnos que vengamos bien bañaditos y cambiaditos el día
de la visita de los pares para aparentar una falsa realidad. Seguramente para
los conformistas, el que nos hayan dado el papel o la plaqueta de acreditados
es una gran bandera política para encubrir su pésima gestión. Un ejemplo claro
es que algunos candidatos a las elecciones de director o consejos de carrera
(ACI, CExT, H° A°, VOTCA, etc.) se están peleando por atribuirse ser dueños de
algo que ni ellos mismos conocen, ni saben los verdaderos trasfondos
neoliberales que existe detrás de la “gran” acreditación.
Una verdadera
acreditación solamente es posible en la medida en que las carreras cuenten con
mayores recursos económicos para el equipamiento y creación de laboratorios,
docentes que se sometan a evaluaciones periódicas, que los estudiantes tengamos
acceso a los avances tecnológicos, modernización de los métodos anacrónicos de
enseñanza, superar la formación puramente teórica, memorística y de pizarra.
El que nos den una plaqueta de acreditados no
cambiara el fondo del problema, mientras los estudiantes no nos organicemos
para acabar con la mediocridad y el atraso científico y tecnológico, todo
seguirá igual. Por eso ahora más que nunca convocamos a levantar los pliegos
estudiantiles por carreras, con todas las necesidades de infraestructura,
equipamiento, laboratorios, etc. Pero sobre todo retomar la lucha por la
Facultad de Ing. Civil.
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